En este mundo que vivimos de redes sociales es muy normal estar preocupado por la hora buena para poner un post, por el like o comentario que nos dan y el alcance o interacción que tiene tu mensaje.
También hemos tenido que aprender a lidiar con el odio, frustración y molestia de algunas personas.
Jamás insultaría a nadie en una red social, mi punto lo defendería con argumentos en el caso que no esté de acuerdo con lo que se está diciendo, pero jamás un insulto y menos alguien que no conozco.
Pero si he notado la cantidad de personas que pueden sin conocerte desearte hasta de el mal que te vas a morir. Hay mucha gente en el mundo estresada, frustrada con la vida que vive, falta de sueños, de metas, de amor y capaz es más fácil ir a descargarse con alguien que no conoces e insultarle como si la otra persona que lee del otra lado es un robot y puede ver este tipo de cosas sin que le genere algún tipo de sentimiento.
Siempre he pensado que si me escribes un mensaje de odio probablemente no tiene nada que ver conmigo y si mucho contigo.
Probablemente es tu manera de desahogar tu día y si yo logre ayudarte cediéndote mi espacio para que puedas decir lo que te plazca, capaz evité que cometas alguna atrocidad más adelante.
Sin embargo eso no te da derecho a comportarte como un troglodita en facebook, Instagram o cualquier otra red social.
Creo que debemos relajarnos más y tratar de encontrar argumentos claves para exponer nuestro punto, seguro nos irá mejor y no terminarán bloqueándonos y capaz si escuchándonos.
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