Navegó 85 días en un velero para reencontrarse con su padre.

Cuando te dicen que la fe mueve montañas tenían que poner esta historia entre las destacadas.

Un ciudadano argentino de nombre Juan Manuel Ballestero, se quedó varado en Portugal cuando en marzo cerraron las fronteras para viajar por avión debido a la pandemia y por nada del mundo quería perderse el compartir con su padre el día de su cumpleanos que llegaría a 90 años en Argentina.

Ballestero, entonces decidió que tenía que ir cruzando el atlántico en su velero de 9 metros de eslora, cargado con provisiones, sobre todo conservas de atun, fruta y arroz, emprendió su viaje, la odisea duro 85 días donde le pasó de todo al marinero.

Además gracias a la recomendación de un amigo abrió una cuenta de Instagram y documentó un poco su travesía.

En la aventura llegó a sentir mucho miedo cuando pensó que un barco lo perseguía, en Cabo Verde no lo dejaron atracar y abastecerse de alimentos y combustible y tuvo que cambiar de rumbo, cuando llegó a Brasil una fuerte ola le sacudió el barco y tuvo que pasar mas de 10 días en el puerto de Vitória.

En el viaje también vivió varios momentos de ansiedad y muchos cambios de animo que complicaron su trayecto, sin embargo no todo fue color de hormiga, unos delfines lo acompañaron por 3000 kilometros.

Juan Manuel llegó a Mar del Plata el 17 de junio y aunque era un poco tarde para el cumpleaño de su progenitor, fue justo a tiempo para el día del padre en Argentina que es el 21 de junio.

Cuando llegó, debido a la pandemia, le pidieron que tenía que hacer cuarentena en su barco, hasta que se hizo la prueba del Covid 19 y por supuesto salió negativo.

Pues no había de otra navegó completamente solo que mejor aislamiento que ese.

Cuando leí la nota me causo sin conocerlo una alegría especial, el puro amor que siente por su padre lo llevó a tomar tan complicado camino, sin duda una historia muy linda para contarle a los amigos, familiares, etc. que estan pasando momentos difíciles. Además la enseñanza que nos deja Ballestero es muy importante, la palabra FE que nunca se pierda de nuestro vocabulario.

Aquí la gráfica del marinero con su padre que él mismo tituló "Misión cumplida. La fe cruza oceanos"


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