A pocos minutos de haber visto frente a frente a los asesinos de su hijo, tuve la oportunidad de hablar con Leandra Feliz, madre del fallecido Lesandro Guzmán "Junior".
¿Te sorprendió que la comunidad se uniera?
"Eso demuestra que Dios está con nosotros. Eso demuestra que Dios existe y que la justicia divina existe. Van a coger las dos, la justicia terrenal y la justicia divina.
Que Dios me los bendiga. Las bendiciones son doble. Dios bendice al que bendice. En el nombre de Jesús. Dios está metido aquí con nosotros. Esto no se hizo solo, es el mismo Dios. Dios ve la maldad. Eso fue extralimitado de lo que es maldad.
Estás viviendo una pesadilla en carne propia
Estoy viviendo una pesadilla que nunca me imaginé en la vida. Esto es algo que para sentirlo y conocerlo tiene que pasarle a alguien. Eso es algo que ningún padre, ni una madre se merece, que le maten a su niño. Que le maten a su niño porque mi hijo era un niño de 15 años, no lo dejaron crecer, ser un hombre. Un niño inocente de 15 años. Muchos niños que tienen miedo, que no quieren salir a la calle.
La muerte de Junior provocó un cambio de ley, todos las bodegas sean refugio para personas huyendo de la violencia.
"Se siente bien para el futuro de otros niños que se vean en esa situación como mi hijo pasó. Que no tengan ayuda de nadie, por gente que no tiene alma, familia, y espero que su familia le suceda algo así, que nadie lo defienda. Va a ver cómo aprenderá a tener sentimientos.
¿Cómo era Junior?
Tenía aspiraciones de ser detective. No me lo esperaba Hubiera tenido un futuro brillante. Le destruyeron su vida. Quiso ser, no lo dejaron ser.