Hace muchos años intentaba agradar a todo el mundo y me di cuenta que eso realmente no funcionaba porque no estaba siendo yo mismo.
Ni Jesucristo le gusto a todo el mundo entonces no podía pretender yo hacerlo.
Y aunque es una frase trillada es muy efectivo. Se tu mismo, es muy clave y es una verdad como del tamaño de una casa.
Buenos comentarios por lo que hacemos, o por cómo somos seguro recibiremos pero también malos e incluso algunos que de plano no les caerás bien o sencillamente por alguna frustración que viven o envidia optan por insultarte aun sin conocerte. Las redes sociales son especialistas en este tipo de trolls.
Uno debe bañarse de vaselina y que esos comentarios te resbalen y seguir siendo tu, eso si tratando a todo el mundo con respeto y cómo te gustaría que trataran a ti.
Es más soy del que prefiero que hablen bien o hablen mal pero que hablen, es peor pasar desapercibido.
Aquí puedes ver el video que grabé hablando de este tema.