Los hechos dicen más que mil palabras, es trillado pero muy cierto.
Vivimos prometiendo cosas que realmente no vamos a cumplir y lo que logramos con esto es que nuestra palabra no tenga ningún tipo de peso, además de personas (Pareja, amigos, empleados, familiares) frustrados y decepcionados.
En momentos de la vida nos convertimos en políticos prometedores de nuevos caminos solo con el hecho de conseguir un fin y una vez que hemos llegado a la meta nos olvidamos de nuestras promesas y ahí es donde comienza la frustración de quien ahora está con nosotros y siguió nuestras ideas en el amor, trabajo, familia.
He aprendido ha generar pocas expectativas y dejar que mis hechos hablen por mi. Así siento que puedo impresionar con más facilidad a decepcionar. Son trucos en la vida que con el paso del tiempo uno va desarrollando.
Si llegas a prometer procura siempre cumplirlo y de esa manera harás que tú palabra siempre tenga mucho peso, es muy lindo cuando ni siquiera un contrato debes firmar porque la gente confía tanto en tu palabra debido a todo lo que ya previamente le demostraste con acciones.
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