El domingo pasado, sin alejarse ni esconderse de los fanáticos que los veían caminar como a cualquier turista por Central Park en Nueva York, la pareja conformada por Ben Affleck y Jennifer López se demostró todo su amor entre besos, arrumacos, caricias y sonrisas con ojitos de borregos enamorados.
No solo iban caminado como si nadie los estuviera viendo, ellos pensaron por un momento que no eran famosos, que nadie los conocía y que el mundo estaba en los ojos del otro.
Ella lucía ya un suéter largo en combinación de falda larga y blusa verde, más de la temporada de otoño. Ben, siempre más sencillo, en jean, zapatos y cárdigan oscuro.
Las muestras de cariño eran tantas, que nadie los quería interrumpir. Simplemente se tomaron de la mano, se abrazaban y caminaban como en las nubes.