La semana pasada fue demandado por su ex manager en Estados Unidos por más de un millón de dólares. Por otro lado, Alejandro Fernández también lo busca para que le pague por daños tras cancelar una gira por la que ya le había dado dinero.
Pero eso a él no lo acongoja, ni le quita el sueño, pues el ídolo de los 90 prefirió ir a festejar la vida al famoso club Believe, en Acapulco. Donde desde el área VIP bailaba y saludaba a sus fanáticas que lo reconocieron.