No es el mejor momento para Luis Miguel, El Sol no ha podido brillar desde hace mucho tiempo. Primero tuvo que cancelar sus conciertos por problemas de salud, luego nos enteramos por medio de El Potrillo de sus desacuerdos a la hora de hacer una gira en la que Alejandro Fernández lo acusa de quedarse con el anticipo que le dio.
Más tarde llegó su ex manager de Los Angeles y le pide un millón por falta de pagos. Y la más reciente... su disquera WEA. Dicen que le adelantaron también un billetal y él no cumplió con lo acordado de devolverlo.
El efecto dominó lo está llevando a la ruina, sin embargo él no ha dicho "esta boca es mía". E incluso ha ignorado las demandas y prefiere irse a bailar a Acapulco.